jueves, 14 de enero de 2016

Sobre los adioses

Lugares, canciones, palabras, gestos, fotos, historias que nos traen a la mente a esas personas que ya no están, esas personas que se han ido, que nos dejan intempestivamente, por razones personales o por accidentes de la vida, ya a mis 30 años han sido algunos amigos y amigas los que me han dejado, los que nos han dejado y aunque a veces trato de recordarlos, escucho las canciones que les solía gustar, o las que nos pasábamos por correo, hi5, facebook o whatsapp, esos momentos en que los traemos un poquito con nosotros, los pensamos un poquito más, me pone tan triste, ese saber que ya no vamos a compartir con ellos nunca más, prefiero ya no escuchar esas canciones, no visitar algunos lugares, tratar de olvidar sus gestos, su forma de hablar para que comience a doler menos...

A veces pienso que cuando empieza a doler menos es cuando olvidamos más, cuando dejamos de hablar de la persona, cuando nosotros comenzamos a matarlo un poquito porque solemos ser un tanto egoístas mientras para nosotros no mueran o no los dejemos morir estarán ahí y el dolor será fuerte, entonces dejamos de hablar de ellos, dejamos de recordarlos, son muy pocas veces las que los recordamos no queremos pronunciar su nombre y evitamos las historias que nos traigan recuerdos de ellos, evitamos volver a traerlos a la vida, a resucitarlos por unos momentos, porque sabemos que no serán parte de esas nuevas historias, que ya no estarán para escuchar nuestras aventuras ni volveremos a tener alguna aventura juntos... entonces olvidamos para sufrir menos...

Desde niña uno comienza a tomar conciencia que no somos eternos y que un día la muerte tocará nuestra puerta, yo tenía una abuela de más de cien años que cada cumpleaños suyo alguno de mis tíos decía la infidencia que debe ser el último cumpleaños que pasamos juntos que ya no iba a vivir más, sin embargo no murió sino hasta que yo tuve diez años y fue extraño no me dolió mucho porque en realidad esperaba su muerte desde que era niña gracias a mis "queridos" tíos, además era una anciana y ya había cumplido su ciclo en la vida, y así murió también mi mamama Dacia y algunas tías abuelas, todas ancianas ellas. La primera vez que me enfrenté a la muerte en su real dimensión y supe realmente que no eramos inmortales, fue cuando a los veinte años una amiga decidió ya no vivir más, a veces recuerdo su voz y a ella manejando y hablando fuerte medio gritando como lo solía hacer, recuerdo algunas conversaciones cada vez recuerdo menos, también muchas fotos nuestras se borraron cuando se malogró mi computadora y despistada como soy nunca hice un resguardo, siento que la he olvidado aunque cuando pienso en ella la veo aún riendo con su cabello negro largo, sus lentes pequeños y su frente muy amplia aunque sin la falda muy corta... la sensación cuando se fue tuve los sentimientos más extraños la odie por dejarnos, la comprendí porque alguna vez también lo pensé, finalmente me resigné y ya no quise pensar más, nunca la he ido a visitar al lugar donde descansa, y evito las conversaciones sobre ella hasta que alguien la trae nuevamente a la vida.

Luego con el paso del tiempo, los amigos siguieron marchándose por decisión propia, por enfermedades, por accidentes, poco a poco se fueron marchando personas que nunca creí que nos podrían abandonar, se fueron, me dejaron, y aunque muchos me digan te quedan sus recuerdos, yo trato de borrarlos, no quiero pensarlos más, no quiero que duela el tenerlos nuevamente vivos por unos segundos porqué sé que no será así, que no estarán nuevamente en la foto grupal o no contestarán mis llamadas ni mis mensajes... entonces prefiero cerrar esa puerta, evitar el dolor, evitar volver a oír las risas, evitar sentirlos conmigo que se aparezcan en sueños a visitarme no los quiero ver más... 

Ayer volví a un lugar para muchos será solamente una discoteca más, sin embargo para un querido amigo era el lugar que pasada las 3am tenía que estar ahí, cuando le dije que no conocía el lugar se indignó tanto y me molestó full, por todos los medios posibles para que lo conozca y tanto jodió que fuimos un día ahí él era parte de la fauna de ese lugar, además todos sus amigos y sus amigas sabíamos que lo podíamos a encontrar siempre en ese lugar y cuando suene "Carreteras mojadas" que era la mejor hora lo vería bailando o haciendo el intento de bailar... no he vuelto a ir a ese lugar desde que él nos dejó, ayer volví a ese lugar porque una amiga suya le hizo un hermoso cuadro al "último romántico" y lo colocaron en este lugar que lo vio divertirse en los últimos años, sentí que no debía faltar total nunca pude despedirme de él bien, sentí que necesitaba ese ritual de paso para despedirme de él finalmente, total pensé a estas alturas ya no duele tanto... pero duele aún, duele recordarlo sentirlo bailar arriba en el escenario con sus pasos terribles de baile y diciendo "eeeeeesa"! sentir ese espacio donde siempre estuvo él vacío, distinto, sentir que quisiera que estuviera con nosotros como lo habíamos planeado celebrando todos los cumpleaños de octubre como debía ser! será un pendiente de los varios que dejamos... te extrañamos demasiado y ese lugar perdió el significado sin ti... espero no volver nunca más...

Hoy no pude dormir bien (para variar), todos vinieron a visitarme juntos, llamé y llamé por teléfono para que me ayuden sin embargo nadie contestó, no me quedó más que hablar un rato con ellos, que contarles que los extrañamos que me hacen demasiada falta pero que los tengo que dejar ir, y para ello tendré que pensarlos menos, les prometí escribir sobre como me sentía, y acá estoy tratando de articular algunas palabras para expresar un poco como me siento.... total yo siempre cumplo mis promesas... adiós... hasta siempre...