viernes, 26 de septiembre de 2008

recuerdame un poco que lejos estoy

Al niño de los ojos color de olivo
“esta zamba es de usted”


He descubierto que existen las segundas oportunidades, he descubierto que el sol brilla más bonito cuando te sientas a mi costado a leer algo, descubrí también que ríes y que vienes con el sol, descubrí que prefiero los días de sol a los de lluvia, aunque la lluvia con sol nunca viene mal, porque sale el arcoiris.
También he descubierto que prefiero que los pájaros vuelen libres en el viento y no capturarlos encerrándolos en jaulas, prefiero que los pajaritos de pecho colorado construyan un nido lejano a mí, no tener noticias sentirlos lejos, que de cuando en vez de vez en cuando se posen en mi ventana con un notita en la patita.
Descubrí que no quiero más pajaritos de alas rotas, que tampoco soy la niña o la mujer que se siente a curarles las heridas, la que espera que se curen tan pacientemente que finalmente cobran vuelo y te abandonan, las ausencias, siempre ahí… las ausencias matan y mataron a los pajaritos voladores taciturnos.
Ahora ya no hablo con ellos, ahora ya no vuelo más, ya no me cantan al oído, no me escriben poemas, ahora he anclado, ahora podé mis alas y decidí volver a los cafés matutinos, los cafés a lo largo del día, los libros, las discusiones interminables sobre si eres positivista científico o si soy estructuralista.
Hoy salió el sol un día más, hoy respiré de nuevo se fueron todos los pensamientos malos también los buenos también, decidí poner los pies en la tierra guardar en un baúl mis alas y romper mis recuerdos… malos y buenos, materiales y no tan materiales… olvidar nombres, cuerpos, promesas, es extraño pero ya no recuerdo a nadie, sólo te pienso, sentado escribiendo, hablando con los niños, con tus manos de sol, aburrido, pretencioso, jugando a ser el duro, siendo el más arrogante de todos, aprendiendo a quererte, aprendiendo a admirarte, aprendiendo simplemente aprendiendo, sin promesas, sin regaños, sin obligarme a quererte, sin obligarte a quererme.


martes, 23 de septiembre de 2008

Otro cielo

Feliz día de la Primavera

No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio

no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón

no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo

eso es porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegues al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino
Benedetti