sábado, 21 de febrero de 2009

café

Solía beber todas las mañanas
una taza de café
un café a veces frío otras caliente
solía escurrise siempre
entre sorbo y sorbo
dos granos de café
que encendían el alma
dos granos de café
que alumbraban las mañanas
dos granos de café cubiertos por cristales
dos cristales grandes con borde negro
que cubren y enmarcan su ternura

Era extraño contemplarlos
a veces se confundían con dos luceros
a veces se confundìan con canciones
a veces simplementese perdían entre el cielo
y se refugiaban entre las nubes
donde contemplaban el otro lado del mundo
la otra cara de la vía
donde jugaban en secreto
para que yo no los vea
esos dos granos escurridizos
esos dos granos traviesos
que buscan vivazmente
una sonrisa...una mirada