“Hoy es mañana y mañana es para siempre”
repites unay otra vez esa frase en mi oído
mientras recorres lentamente mi cuerpo con tus manos
y mis manos juegan intranquilas
con tus ondulados cabellos
que en un momento dejaste caer en mi pecho
Qué sabemos del amor
a tus veinticuatro años poco sabes
a mis veintitrés años poco sé
sé de los pájaros que se posaron en mi ventana
y que migraron repentinamente a otro puerto sin previo aviso
unos antes que otros
sé también que me gusta como eres
muchacho de sonrisa fresca y ternura en las manos
de veranos en la playa entre el calor y la arena
e inviernos de lluvias y flashes
No sabemos del amor
sabemos de besos y caricias
sabemos de agujeros en la boca
y marcas en el cuerpo
sabemos de lunares en la espalda y en el rostro
y en lugares que vamos explorando rápida y lentamente
sabemos de pieles que se llaman
sabemos de hasta luego sin adioses
de vernos los viernes o los sábados y algún día entre semana
cuando voy a tú universidad
cuando vas a mi trabajo.
También sabemos de pasados y presentes
no sabemos del futuro
comprendimos los errores aprendimos de ellos
el pretérito siempre es imperfecto, el futuro es vago
no pensemos pues saber más de lo que sabemos
sepamos lo único que es necesario saber
que hoy es mañana y mañana será siempre.
