sábado, 27 de octubre de 2012

Para un amigo...a la distancia

Hace tiempo que no público en este blog...creo que he dejado de escribir un poco y eso a veces me molesta, a veces vuelvo a escribir en alguna servilleta o alguna hoja suelta de un cuaderno...Hoy tuve la necesidad de escribir, estar lejos de los amigos, de la familia y enterarte de cosas por los periódicos es tan frío a veces. Hoy me desperté temprano para estudiar y recibí una noticia muy triste Jaime Ramirez Pedraza había fallecido, a Jaime lo conocí hace algunos años cuando comencé a realizar mi tesis sobre memoria y violencia política en el pueblo yánesha, Jaime tuvo la amabilidad de recibirme, de brindarme en más de una ocasión una entrevista, de recibirme con una sonrisa y contarme de aquellos años en el campamento el Chaparral, me contó de Calderón, y la relación de ellos con los asháninkas, me contaba esas historias de aquellos tiempos con la reflexión y crítica que solamente los años te dan, que solamente el tiempo y mirar en retrospectiva los actos que cometió alguna vez...descansa en paz Jaime, acá algunas palabras para ti a la distancia.

Para Jaime a la distancia...

Lo conocí hace un tiempo,
 para verlo tenía que pasar por un ritual de sellos que te dejaban marcado el cuerpo,
cuyo objetivo era hacerte sentir incómodo,
solía pasar por una revisión larga,
 solían hacernos sentir mal por visitarte, por acompañarte.

Lo conocí hace un tiempo y aún lo recuerdo como si fuera ayer...
me recibió con una sonrisa y dispuesto a contestar mi larga lista de preguntas,
 ayudar a una joven que buscaba algunas respuestas,
comprender que había sucedido en su país, me recibió y ayudó sin cuestionamientos.

Me recibió en ese cuarto pequeño,
ese cuarto en el que guardaba tantos libros,
algunos escritos sueltos, con algunas reflexiones de su vida,
ese cuarto gris de cemento y rejas que encerraban su cuerpo, pero nunca su espíritu,
nunca su mente,
me recibió siempre con una sonrisa,
me recibió siempre con la mayor disponibilidad
y me contó tantas historias, me enseñó otra parte de la historia,
me ayudó a reconstruir una historia.

Lo deje de ver por azahares del destino,
trate de saber de él, preguntar cómo estaba,
al poco tiempo supe de su enfermedad,
de los pedidos de libertad de su familia,
 lo vi en especiales por su libertad,
lo recordé, me entristecí, grité de impotencia,
me enfurecí por lo mal que anda la justicia en el Perú,
justicia para unos no para todos.

Y hoy me levanté temprano a estudiar y a escribir,
y me lleve la ingrata sorpresa que Jaime ya no estaba con nosotros,
 que se había ido,
que consiguió otro tipo de libertad,
esa libertad que el estado peruano tantas veces se la negó,
que no pudo conseguir a pesar de su deteriorada salud

...Hoy a la distancia lo recuerdo, quisiera estar con la familia pero me es imposible, otra vez esa cruel distancia que nos separa me impide darles un abrazo acompañarlos en este momento...solamente me queda decirle...hasta siempre compañero...hasta siempre Jaime...y gracias por las enseñanzas...gracias por lo que me enseñaste y gracias por el tiempo que ofreciste...más temprano que tarde seguramente nos vamos a encontrar, y ten por seguro que siempre te recordaré con una sonrisa amplia.


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