jueves, 29 de mayo de 2008

Niño triste del Sur

Yo vivo aquí apenas soy quien mora espacios vacíos de papel, quien deja crecer grama en sus recuerdos. No creo en las cosas elevadas de la vida, excepto la calandria que inunda de alas ciegas tú regreso mi casa. esa persistente de las piedras flotantes en seguior rodando alrededor del sol y el amor de los niños castigados. pero de veras no creo en el màs allà, para mí una silla donde descansar mis días.
Ya sabía de ti, niño triste del sur...antes que el cielo del barrio diera carencias de clavo y canela, tan sólo la soledad de las bancas de noche calmaba estas ganas de conversar sin gastar palabras, como quièn gasta suelas de zapatos, queríaver el miedo a traves de las llamas y quedarme inmovil, casi como decepcionada, destapar todos los perfumes caros para que las narices de las bestias pudieran comparar con su sudor...ya sòlo quedaba un rincòn abrazado al silencio...nada más bello que callar...entonces cayó la primera gota

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