jueves, 19 de junio de 2008

Café más cigarros...combinación fatal



Comencé a tomar café a la precoz edad de 3 años, mi abuelita Dacia a la cuál quería mucho y fue como una madre, me cuidaba todas las mañanas porque mi mamá salía a trabajar, a ella no le gustaba preparar leche y siempre fue una fanática empedernida del café entonces no tuvo mejor idea que darme café en lugar de leche. En un primer momento mi mamá no le dio importancia, hasta que ya era muy tarde, no soportaba la leche, una vez mi mamá me sirvió leche y yo le exigí café, mi mamá terca siguió insistiendo en que tome leche, yo más terca no quería y me molesté tanto que a mis precoces 3 años le tire la leche a mi mamá al suelo y no la volví a probar, obviamente eso llevo a un pleito gigante pero ya no viene al caso, en ese momento me di cuenta que no podía vivir sin el café...
Mi otro vicio el cigarro llegó después... comencé a fumar cuando tenía 14 años y estaba en toda la etapa de descubrir el mundo, ese mundo tan grande de mayores al que estaba entrando, entonces llegó Natalia con una cajetilla de cigarros el cuál había logrado quitarle a su padre, mi grupo del cole éramos 5 rebeldes sin causa, nos miramos felices de la vida... ahora aprender a fumar. Primero nos atoramos nos veíamos los unos a los otros y a ninguno le ligaba, hasta que Daniel que siempre fue el más “agrandadito” lo logró golpeo y no tosió, entonces uno a uno fuimos aprendiendo el arte de fumar.
Así poco a poco ya no sólo fumaba un pucho sino cajetillas enteras, en un solo día, la respuesta no lo sé poco a poco le iba atribuyendo más ventajas y más beneficios que según yo tenía, primero calmaba mis ansias, yo suelo ser muy ansiosa y muy impaciente, medio hiperactiva, y sumamente extresable, los puchos me relajaban, luego descubrí la perfecta combinación que era con mi otro gran vicio el café y fue sumamente delicioso, café más cigarros la combinación perfecta, cuasi orgásmica.
Eso fue hasta los 17 años, justo a esa edad ingresé a la universidad, ya no fumaba tanto, ni tomaba tanto café, pero surgió algo muy cruel los profesores querían que me levante muy temprano para ir a clases, entonces no tuve mejor idea que diseñarme mi propio desayuno y este consistía en una tasa de café un par de puchos para estar más despierta en las clases, y bueno mi consumo de cigarro comenzó de nuevo en aumento, y de café también 6 a 7 tazas de café y una cajetilla pequeña de cigarros diarios y los jueves, viernes y sábados una cajetilla grande y una pequeña, nunca creí que podía hacerme daño yo misma.
A esta combinación perfecta se le sumaban las nuevas chambas que comenzaba tener, líos de pareja y las clases en la universidad y las de francés, y así un día mi organismo no lo soportó más y mi estrés tuvo su fruto, su hijito una gastritis increíble.
Primero no le daba importancia y la dejaba pasar me dolía el estómago fuerte y tomaba un café y fumaba un cigarro y según yo pasaría, pero no, fumaba y me dolía más, tomaba café y mis manos temblaban, entonces pensé tengo 19 años y ya tengo tiks de ancianos eso a los 25 o a los 30 falta aún para eso. Y dejé el cigarro y el café.
Lo dejé por un buen tiempo y mi gastritis mejoró, opté por el vegetarianismo y una vida relajada, sin estrés, pareja estable y esas cosas que te hacen que todo te parezca bonito y cantes y rías feliz de la vida.
Así pasaron 3 años que ya casi no tenía ningún vicio, fumaba muy de vez en cuando , café muy moderadamente... cuando de pronto el año capicúa los 22 años me agarraron y fue una época de confusión y caos mental, un trabajo muy bonito pero con un involucramiento muy grande con las personas que empezabas a cargar sus problemas, fin de una relación larga, comienzo de época de confusa, terminar la universidad y salir a campo, terminar con el francés y viajar, como hacer con todo eso, soy una persona no una máquina, entonces volví al vicio de nuevo tomar café, fumar, y dormir tres o dos horas, o no dormir, para poder cumplir con todo a las fechas, y entonces la gastritis volvió, pero esta vez con más fuerza mi estómago sangraba, y yo ya no soy una niña.
Ahora hago una evaluación de mis dos vicios y como los he llevado a extremos y he decidido dejarlos de nuevo, si lo hice una vez puedo hacerlo ahora, bueno si me ven fumando no me dejen hacerlo créanme puedo ser malcriada al principio pero de verdad se lo agradeceré porque sé que no lo debo hacer pero a veces me olvido ... lo del café es un caso a parte... lo tomaré moderadamente. Después de esta semana donde he recibido muy malas vibras y muy mala onda volví a fumar como china en quiebra pero bueno ahora evaluando mi comportamiento no puedo fumar tanto cada vez que me sienta mal, mejor es algo más alternativo, practicaré yoga o volveré al Tae-Kwon-Do para destensar el estado de la cuestión.

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