viernes, 20 de junio de 2008

Iriooshi

Hace un tiempo que comencé una investigación sobre los asháninkas y los yaneshas, hace un tiempo que voy conociéndolos más, que voy entendiendo su manera de pensar, su cosmovisión, sus cantos, sus memorias y sus olvidos.

Conocí por uno de mis viajes a una persona muy especial con la que compartimos diversas experiencias…una persona que abrió mi mente y me hizo conectarme con la naturaleza. Él llegó ha Lima hace una semana invitado por AIDEASEP para organizarse por los problemas que están surgiendo en las comunidades.

Esta persona tan especial en mi vida se llama Américo o más conocido en su tierra por el nombre de Iriooshi “sol” en Asháninka, este hombre de pequeña estatura, cuerpo robusto, vestimenta típica y hablar enredado, me llamó un dìa para decirme que estaba en Lima y si podíamos hablar un poco.

Nos encontramos toda esta semana en un café barranquito hasta el día jueves que partió a su tierra, volvió a Kirichiri… Iriooshi un hombre de unos 62 años pero que lleva consigo la sabiduría milenaria de sus antepasados, de su cultura, en esta semana compartiò con migo un poco màs sobre las costumbres de su pueblo, sobre su forma de ver el mundo, sobre lo fea que puede ser Lima, hablamos sobre hierbas medicinales, viajes espirituales, sobre la violencia política que vivió su comunidad, las matanzas, las ausencias.

Conversar con Iriooshi es como abrir un gran libro cuyas hojas están desordenadas y uno tiene que compaginarlas, darles orden lógico, será que mi visión un tanto occidental me hace encontrarle un orden a todo, darle una cronología no permitirme ver otro tipo de orden.

Él me contó de su madre, de su padre, de los padres de sus padres y de los padres de los padres de sus padres… hablamos del ayahuasca, del tabaco, de las plantas que nos hacen convertir en nubes y de las plantas que nos hacen convertir en estrellas y saltar de un cerro a otro.

Cuando estuve por Kirichiri después de caminar 6 horas por trochas, ir en canoa media hora más y finalmente otras tres horas para llegar, Américo me recibió muy amablemente, ahora trataba yo que se sienta en confianza, que se sienta bien en Lima, mientras hablamos en el café enciendo un cigarro le invito uno, él se niega a recibirlo me dice que el tabaco o irishi es una plantas agrada que solamente se utiliza para conectarse con los grandes espíritus, para ver seres malignos como Tsomiri que puede llevarse tú alma si lo desea, me cuenta que el tabaco para ellos es tan importante como el ayahuasca, ambas plantas son utilizadaspara poder entrar a otros mundos, hablar con espiritus malignos y buenos, convertirse en diversos seres como estrellas, nubes o animales…

A él le incomoda Lima as luces, que nadie respete nada, que no respeten las hierbas, los carros que lo contaminan todo yhacen tanto ruido, que nadie te salude, que cada persona hace su propia vida sin importarle el otro, el egoísmo al cual le llamamos posmodernismo… él tiene toda larazón por eso me gusta estar con ellos .
Ayer se fue Américo nos despedimos con un fuerte abrazo, con la promesa que en Julio iría a Kirichiri y ya no me quedaría una semana sino más tiempo, esta vez hablaría con los espíritus, me convertiría en nube y en estrella, viajaré de cerro en cerro y escucharé historias en las noches.

Iriooshi se aleja, lo acompaño a que tome su carro de Limase lleva algunos recuerdos, algunos regalos par sus hijos y su esposa, relojes, zapatillas, jeans, cosas que para él son curiosas… nos volveremos a ver en Julio sin duda… y cuento los días para estar con ellos nuevamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sirenas de río, duendes de la noche, hombres lobos en la selva, esa Nata siempre escribiendo algo, siempre con su cuaderno de ojas bulki, que lo saca en el momento menos esperado, cuándo todos estamos en otras cosas, ahí ella escriendo, recordándose de algo o de alguién ¿quién es ese Fulanito mi pequeña?